Hoy te presentamos cuatro de los megaproyectos que están en construcción en diferentes partes del mundo. Edificios futuristas, únicos y complicados que son el resultado del avance de la tecnología y la creatividad de arquitectos, desafiando hasta las leyes naturales… y uno que otro compromiso legal.
Jeddah Tower
También conocido como Torre Yeda, es un rascacielos en construcción ubicado en la segunda ciudad más grande de Arabia Saudí, Yeda. Dirigido por el arquitecto Adrian Smith, el proyecto comenzó en el 2011 y para abril del 2018 tuvo que parar por supuestos problemas económicos del país. Tiene un pilote de hormigón de 0.75 m de radio y 45 m de profundidad y otros pilotes de 2.8 m de largo, 1.2 m de ancho y 85 a 120 m de profundidad. Su tamaño será de 1007 metros, tendrá más de 200 pisos y el mirador más grande del mundo en el piso 157. Tendrá, además, el hotel Four Seasons, departamentos de la misma empresa, oficinas y apartamentos de lujo. Se espera su inauguración durante este año.
Dubai Pearl
Con su construcción detenida, este rascacielos de 300 m de altura se compone de cuatro torres y 73 pisos cada uno. La construcción de este ejemplar de MGM Mirage inició en el 2009 y se espera que su inauguración sea en el 2023. Una vez terminado, tendrá 4218 habitaciones y su sector comercial dará empleo a 12 000 personas.
Forest City
Es un proyecto residencial con última tecnología ubicado al sur de Malasia y a dos kilómetros de Singapur. En el 2006 lo anunciaron como un plan de 20 años, sin embargo, ha recibido bastante críticas respecto al impacto ambiental negativo con daños irreversibles en humedales costeros cercanos, como también una solicitud por parte del gobierno de Singapur para aclarar cambios y daños hidrológicos que se han presentado. También ha tenido problemas estructurales y denuncias por corrupción. En 2020, la pandemia afectó drásticamente las ventas, que, hasta el 2019, solo se habían vendido 15 000 viviendas de las 700 000 como objetivo.
Eko Atlantic
La ciudad de comercio internacional de Nigeria, planificada en Lagos desde el 2003, acogerá al menos 250 000 residentes en aproximadamente 10 km2 por distritos. La ciudad contará con alojamiento financiero, comercial, residencial y turístico. En 2011 recibió críticas de los residentes locales por las obras que han causado erosión costera y marejadas oceánicas, inundando carreteras y derribando postes de electricidad.